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Actualidad universitaria #54. Presente y futuro
16
agosto
2014

Una investigación de la Universidad Nacional Arturo Jauretche de reciente publicación analiza el éxito y el fracaso en los estudios de alumnos a través de sus testimonios. La Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires enfoca la articulación con el nivel medio a través de una muestra itinerante.

 

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Las investigadoras Laura Colabella de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ) y Patricia Vargas del Instituto de Desarrollo Tecnológico y Social (IDES) realizaron más de treinta entrevistas y observación participante en las aulas y en los hogares de estudiantes de la UNAJ. El resultado fue “La Jauretche. Una universidad popular en la trama del sur del Gran Buenos Aires”, un estudio etnográfico que indaga las causas de la deserción y las condiciones de éxito y fracaso en el tránsito de este grupo por la universidad.
“En su inmensa mayoría, nuestros estudiantes son hijos de trabajadores de la construcción, de migrantes del interior o de países limítrofes que se iniciaron en el mundo del trabajo en la niñez, eran cortadores de caña de azúcar o plantadores de yerba mate y tabaco; y las madres, en su mayoría, amas de casa o empleadas domésticas”, explico Laura Colabella, quien además se desempeña como docente de la materia Prácticas Culturales en la UNAJ. Sin embargo, aseguró, sus principales motivaciones son las mismas que las de cualquier estudiante de clase media: descubrir y seguir su vocación.
Entre los supuestos con que iniciaron el trabajo estaba la idea de que los principales escollos que los estudiantes tendrían para continuar sus estudios estarían relacionados con la organización de su vida cotidiana: el cuidado de los hijos y los quehaceres domésticos, o incompatibilidades relacionadas con lo laboral.
“Suponíamos que estos podrían ser factores importantes a la hora de decidir abandonar la materia o, en caso extremo, la carrera”, explicó la investigadora. Sin embargo, no parece ser allí donde están las principales causas de abandono. “Las mujeres cuentan que cambian los horarios de la limpieza, frizan la comida o eligen hacer comida más rápida y no elaborada (…) En el caso de los hombres, percibimos que el trabajo no era un impedimento”, detalló Colabella. En general, los empleadores los apoyaban y, cuando no, “preferían renunciar al presentismo, cambiar el horario de trabajo o hasta renunciar, en el caso de los más jóvenes, con tal de no dejar de estudiar”.

¿En todos los casos la Universidad aparecía como una prioridad?
Sí, siempre y cuando se cumpliera una condición, y esto fue muy revelador de nuestro trabajo de campo, y es que la carrera fuera algo que a ellos les gustara y respondiera a su vocación, un aspecto que no es muy frecuente encontrar en los estudios académicos sobre educación en sectores populares.

¿A la hora de elegir la carrera, invocaban la vocación y no tanto cuestiones materiales?
Si bien estaba presente esta cuestión de que estudiar supone estar mejor, progresar y tener un mejor empleo, esto se combinaba o se oponía con la vocación, con la realización personal. El descarte también funcionó como criterio. Por ejemplo, eligieron kinesiología o enfermería porque no había medicina o psicología.

¿Cuáles son las causas que invocan para abandonar?
Cuando la carrera ‘no les gusta’, cuando ‘no es para ellos’, cuando no es su vocación (…) Una estudiante nos decía: “Nadie puede saber cuál es su vocación si no tuvo la experiencia”. Y esto tiene también una relación directa con otro aspecto y otro presupuesto que teníamos cuando clasificamos a los estudiantes en ‘los que ingresan, los que continúan y los que abandonan’, como categorías fijas. Y lo que el trabajo de campo nos reveló es que esas son categorías móviles y que eso es un proceso continuo. Porque, de los estudiantes que ingresan, muchos vienen de experiencias universitarias anteriores, es decir, de fracasos anteriores.

¿Por qué?
Porque esos estudiantes que tienen una experiencia previa conocen lo que se denomina los ‘trucos del oficio’ del estudiante. Saben en cuántas materias anotarse, saben tomar notas en las clases, saben cuándo es mejor dar un examen final, es decir, conocen esos trucos y secretos que se aprenden con la experiencia.

¿Qué opinaron con respecto a las estrategias que tiene la universidad para acompañar el ingreso y permanencia?
Eso fue altamente ponderado. Ellos ven a la Universidad como una política pública de inclusión social. Es decir, sienten que esto fue pensado para ellos y eso es muy valorado, sobre todo, en función de los recursos que la universidad dispensa hacia ellos como los libros gratuitos y/o a precios accesibles, clases de apoyo y las tutorías. Las tutorías, por ejemplo, han tenido un impacto muy importante en algunos porque les han permitido sortear escollos u obstáculos familiares como violencia de género o problemas con la explicitación de su identidad sexual.

 

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Muestra tecnológica. La Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (UNNOBA) está desarrollando la muestra TEC UNNOBA, una exposición en la que estudiantes de las escuelas secundarias toman contacto con la Universidad e interactúan con sus avances tecnológicos. La exposición ya se desarrolló en Junín, Chacabuco y Lincoln y prevé replicarse en otras localidades del noroeste bonaerense.
“Esta es una muestra muy clara de la educación trabajando como sistema. Tenemos que seguir trabajando para mejorar el salto de la escuela secundaria a la Universidad, para que sea más fácil ese tránsito para los estudiantes”, explicó la secretaria académica de la institución, Florencia Castro.
En TEC UNNOBA, los estudiantes de la secundaria interactúan con los avances tecnológicos y los conocimientos de cada una de las carreras de la Universidad. Entretenimiento y conocimiento se conjugan para despertar la curiosidad en los jóvenes por la ciencia.
En esta exposición, los estudiantes se informan sobre la oferta académica de la Universidad y los programas de becas, tanto de la UNNOBA como de otras instituciones públicas de educación superior. Además, tienen acceso al portal del estudiante (web SPU) y conocen el programa de tutorías. Otra de las actividades que se incluye es una proyección en 3D elaborada por el Área Universitaria de Realizaciones Audiovisuales (AURA).
“La UNNOBA busca consolidar las actividades de articulación a nivel regional, acercando la producción y la actividad universitaria a la comunidad educativa. Nuestra objetivo es promover la continuidad en los estudios”, señaló Macarena Forneris, directora de la Dirección de Ingresos y Articulación.
En rigor, TEC UNNOBA forma parte de una iniciativa de articulación de la UNNOBA mucho más amplia, que apunta a disminuir las dificultades que encuentran los estudiantes al ingresar en el nivel superior. Entre otras actividades, docentes de nivel medio y superior están trabajando en conjunto en las áreas de Química y Matemática para generar un material didáctico común a distribuirse en todas las escuelas secundarias de la región.
También, prevén la participación de estudiantes secundarios en proyectos de investigación de la Universidad, a partir de lo que se denomina “pasantías vocacionales”; y la capacitación para docentes en el uso de las nuevos tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje en la escuela.