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Actualidad universitaria #54. Oferta con inclusión
18
agosto
2014

Las Universidades Nacionales de Moreno, Avellaneda y San Luis presentan carreras y asignaturas con un enfoque innovador que aspiran a generar nuevas perspectivas de conocimiento.

 

La enseñanza de la matemática
“Encuentre dos números que sumados, multiplicados y divididos den el mismo resultado”. Todo problema matemático enfrenta al sujeto a una situación de “jaque”: una persona está pensando algo que, a priori, no puede resolver. La enseñanza tradicional de la matemática soluciona esta situación con respuestas únicas y fórmulas que se repiten al infinito. El docente, en tanto, se presenta como el depositario de un saber que lo erige como autoridad, pretendidamente, infalible.
La Universidad Nacional de Moreno (UNM) se propuso desafiar este paradigma mediante una experiencia novedosa en el nivel universitario: la enseñanza de la matemática a través de la resolución de problemas.
Este enfoque pedagógico corre el eje hacia el proceso de descubrimiento y asume el reto que implica todo problema matemático como una oportunidad de generar conocimiento nuevo. Entonces, la uniformidad en las respuestas se resquebraja, aparece el pensamiento crítico y la clase se puebla de diversidad y debate.
Los profesores Pablo Coll y Fernando Chorny son docentes de la UNM y coordinan la enseñanza de la matemática tanto en el Curso de Orientación y Preparación Universitaria (COPRUN) como en las asignaturas de las carreas de Ingeniería en Electrónica y Licenciatura en Gestión Ambiental, ambas del Departamento de Ciencias Aplicadas y Tecnología.
Así, los especialistas analizan la construcción de alternativas que permitan alejar el miedo y la estigmatización que surgen de los viejos paradigmas, y propician la incorporación de los estudiantes en lo que reconocen como “el disfrute de poder mirar el mundo a través de la mirada matemática”.
“Cuando tomamos las materias de las carreras, nos encontramos con programas tradicionales, atiborrados de contenidos. Ese sistema tiene dos contras: una es que expulsa alumnos, la otra es que quienes aprueban no entienden para qué sirven los métodos que aprendieron. Para nosotros, aprender bien matemática es poder desempeñarse con cierta flexibilidad”, señaló Coll.

 

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El rol social del arquitecto
La arquitectura plantea hoy nuevos retos y alternativas cuando se pone en discusión el concepto de inclusión. El desafío contemporáneo involucra posibilitar un espacio habitable en lugares dignos y con materiales que aporten a la sustentabilidad en un tiempo en el que surgen demandas de una población creciente, con recursos limitados territorial y económicamente.
En este sentido, más que nunca, hacer arquitectura es configurar una respuesta apropiada a la determinante ambiental y al sentido de pertinencia, y, en esto, convergen los elementos sociales, históricos y culturales en una particular mirada hacia el país. “La arquitectura debe tener en cuenta las necesidades básicas de los sectores más necesitados y que, básicamente, no pueden pagar un arquitecto”, afirmó el Arq. Jaime Sorín, el encargado de coordinar la nueva carrera de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) en 2015.
Sorín es presidente de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos y ex decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. En la nueva carrera de la UNDAV, la búsqueda estará centrada en formar profesionales que puedan dar respuesta a las demandas sociales relacionadas con la construcción del hábitat, a través de propuestas arquitectónicas y urbanas que consideren las particularidades de las problemáticas en su contexto histórico, social, económico, tecnológico y ambiental.
“En el Gran Buenos Aires, hay carencias importantes que tienen que ver con viviendas, equipamiento social e infraestructuras que hacen a la incumbencia de los arquitectos. Lo mismo sucede con los trabajos con la cuenca del Riachuelo en los que se ve muy implicada la Universidad por contar con un Departamento de Ciencias Ambientales, del que va a depender la carrera de Arquitectura”, explicó Sorín.
El responsable de la nueva carrera de la UNDAV señaló que, actualmente, el arquitecto debe contar con prácticas desde los primeros años de estudio y un fuerte contacto con la obra y la construcción. Por eso, planteó la necesidad de que los estudiantes puedan obtener el título de Maestro Mayor de Obras a partir de tercer año, con el objeto de que obtengan una pronta salida laboral.
“Los profesionales deben tener en claro su rol social. El estudiante debe conocer su región, la industria de la construcción y poder generar propuestas para mejorar el hábitat de aquellos sectores que necesitan fuertemente la acción de la Universidad y del Estado”, concluyó Sorín.

 

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Carrera binacional para el agro. La Universidad Nacional de San Luis (UNSL) realizó el lanzamiento oficial de la carrera de posgrado binacional Maestría en Diseño de Sistemas Electrónicos Aplicados a la Agronomía, formación de posgrado de dos años que ofrece un régimen de doble titulación desarrollado en conjunto con la Universidad de Ciencias Aplicadas Bonn-Rhein-Sieg de Alemania.
La maestría se constituye como una de las cinco primeras carreras de posgrado binacionales en maestrías y doctorados del Centro Universitario Argentino-Alemán (CUAA-DAHZ), las que se desarrollan en el marco del Programa Binacional para el Fortalecimiento de Redes Interuniversitarias y como el primer posgrado del área de Ingeniería Electrónica de la UNSL. Su importancia en el marco social y productivo se ve reflejada en los aportes científicos aplicados al mejoramiento de la producción del agro en la provincia, en la región y en el país.
El objetivo de esta carrera es generar conocimientos y aptitudes que capaciten al profesional para la aplicación de las tecnologías electrónicas en la solución de problemas en agronomía. Como objetivos específicos, se plantea integrar conocimientos del campo de electrónica, automatización, control y telecomunicaciones y sus aplicaciones en la producción agropecuaria; formar recursos humanos en docencia e investigación que enriquezcan el sistema científico-académico en esa área y contribuyan al mejoramiento de la enseñanza de las ciencias aplicadas; además de formar recursos humanos con capacidad consultiva y de desarrollo con respecto al sector productivo.